lunes, 30 de agosto de 2010

Aclaraciones

Bueno, hoy me encuentro a las 2 y media de la mañana sentada frente a mi computadora. Luego de una noche bastante rara, por no decir otra cosa. Hoy ha sido uno de esos días en los que salimos de casa con alguien, con quien inesperadamente, no pasaremos el resto de la noche. Si, esta situación me incomodó al principio, pues, a pesar de que soy un desastre, hay cosas en las que necesito y requiero tener MUCHO orden. Por ejemplo en eso de "cuadrar salidas"...es algo que siempre me mortifica, pues ODIO no tener un plan concreto pero a la vez me gusta estar a la deriva de los acontecimientos. Bueno, si, se darán cuenta de que es algo bastante contradictorio, pero así son las cosas. Es inevitable querer algo en un momento, y luego simplemente no darle importancia. Para mi es natural. He aprendido a que las cosas me dejen de poner tensa, aunque todavía me cuesta. Trato de respirar profundo cada vez que me encuentro en una situación en la que me podría dar un ataque. A qué te refieres con ataque? podrán preguntarse ustedes, pues me refiero a uno de esos ataques psicóticos en los que me estreso, paso de estar de muy buen humor a estar completamente molesta y estresada, es un cambio emocional/psicológico parecido al de Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Sucede que me molesta mucho tener un plan a medias, y que derepente un grupo se separe y tome rutas distintas, en lugar de estar todos juntos como se planteó al principio. Pero bueno, logro sobrellevar la molestia y trato de disfrutar como me sea posible.

Mi gran problema es que, no se como controlarme algunas veces. Hoy fui víctima de dos shots de tequila, más unos cuantos cuba libres al son de la salsa en algún bar. Bajo los efectos del alcohol, cualquiera se vuelve impaciente, irreverente, idiota, terco y sensible. Pues, para ser honesta, no puedo escaparme de ese paquete.
Mis nudillos duelen, duelen mis cachetes, duelen mis manos y duele mi cabeza. Soy una idiota, lo admito, no puedo dejar de sentirme mal por quien soy. Sonará absurdo, pero aveces me canso. Me canso de ser alguien condenada por "normas" absurdas e incoherentes dictadas por una sociedad fotuta e inmadura. No dejaré de quejarme hasta que las quejas sean ya innecesarias. Me canso de ver como otros disfruntan de tener a alguien, de besarlos sin que importe nada, de abrazarlos sin que los miren raro, de mirarlos sin que otros cuchicheen a sus espaldas. Simplemente, me canso. Me canso de tener las mismas comodidades que ellos, y no poder disfrutar en pleno de ellas, de los besos, de los abrazos, de los gestos. Simplemente me harto. Sin embargo, siento que el desafío constante de la vida, nos hace ser mas fuertes y resistentes, nos hace perder la paciencia pero a la vez nos demuestra que somos capaces de controlarnos.
Todos somos, en algún punto de nuestras vidas, el hazme reír de un grupo, el chiste, el condenado, el "llama la atención", etc. Y es por eso que de antemano, se que alguno de los que lee esto que escribo, comprenderá con más profundidad, y con cierta empatía, lo que quiero transmitir. Mi punto es que, después de todo, lo que vale en la vida, es lo que haga cada quien con ella, no de lo que hagan lo demás, o sí? Se supone que cada quien debería interesarse por ser el mejor en lo que haga, tratar de que el empeño sea el mayor en cada meta que queramos alcanzar. De nada vale decir "quedé primero que tú" si quedaste de tercero y aquel de cuarto. El punto es atinar a los primeros puestos y tratar de conseguirlos. De nada vale burlarse de aquel que quedo de último en una carrera en la cual tú no participaste. De nada vale estar en contra de algo de lo que realmente no conoces. De nada vale decir "estoy completamente de acuerdo en que esto está mal" si realmente no consideras la posición de tu oponente y no tienes evidencias concretas para respaldar tu juicio.
El punto es que, aún cuando tratemos de aceptar una tendencia, una moda, una opinión, siempre condenaremos a quienes piensen distinto a nosotros. Entonces, mi pregunta es: de que sirve decir que vivimos en un mundo intolerante, si tú mismo no toleras las demás opiniones?
Hoy me pongo intensa en este tema porque ya no aguanto. NO aguanto sentirme mal por ser como soy cuando estoy rodeada de gente que se que no lo tolera. Estoy harta de fingir ser quien no soy. Sin embargo, no soy la única actriz en este mundo de comedia en el que vivimos. Todos somos títeres de nuestras prefabricadas opiniones y normas. No soy la única que finge, todos somos actores.
El día en el que dejemos todos atrás el papel que pretendemos interpretar en la vida, será el día en el que las máscaras y los juicios queden tirados en el piso y se rompan como cristal.

Mientras tanto, cuida tu máscara de porcelana, que hoy en día cualquiera nota una raja y ni tiempo te da de repararla antes de que todos sepan cuantas cicatrices lleva ese falso rostro.


"El destino no pertenece a la vida, sino al que nace con vida y lleva las riendas de sus acciones."

sábado, 28 de agosto de 2010

Manual para acabar con mi paciencia.

Siempre he creído firmemente en que la manera en que alguien se expresa, ya sea mediante el lenguaje corporal, facial, hablado, escrito, etc. es bastante explícito. No es muy difícil decifrar si alguien está molesto, triste, feliz o aflijido, pues lo notamos en su manera de estar en contacto con los demás y su trato al resto del mundo. Si bien esto es cierto, debería costarnos menos entonces reconocer el estado emocional de alguien a quien conocemos en un nivel un poco más profundo. Hoy, por enésima vez, algún idiota me hizo dudar de su capacidad básica para reconocer y respetar el estado emocional de otra persona. Esa otra persona, soy yo. Aquél idiota que no supo entender mi estado de ánimo, simplemente lo empeoró. Esta mañana, me levanté, como quien dice "con el pie izquierdo" y todo me irritaba. Amanecí como harta del mundo, explosiva, y a la defensiva. Cosas que pasan, naturalmente no podemos ser felices TODOS los días de la vida, y en esos días en los que amanecemos como me pasó a mi el día de hoy, no queremos hablar con nadie, ni saber de nadie, ni escuchar a nadie. Claro que, si pueden haber excepciones. El problema yace en que en días como estos, hay gente con la que NO nos provoca conversar, ni ver, ni estar, por una u otra razón, y pareciera que no tienen nada más que hacer que fastidiarnos la paciencia. Me sucedió eso exactamente, tengo días hartándome de alguien, cansándome de la intensidad, y su manera de ser. No es que no lo soporte, pero simplemente me choca la gente "pushy" (que no hacen más que ponerte presiones, ser un incruste, molestarte, etc) que me asfixia. Gente que es demasiado "#$%^&*(..." bueno, así. Que si no les contestas al minuto, te vuelven a preguntar, y te persiguen, y te hostigan y AAAAAAAHHH! te provoca gritarles que te dejen en paz. Claro que, aunque soy explosiva, trato de controlarme, pues no me gusta ni pelear ni discutir. El problema es que esta persona no entiende "hablamos después que no estoy de humor" pues empieza a preguntar "por qué?" "pero qué te pasa? anda, cuéntame" Este es el momento en el que respiro profundamente, y no contesto más. Bueno, adivinen qué? Esto nunca es una buena decisión a tomar con estas personas. "por qué no contestas? que mala, anda dime qué te pasa!" (volteo los ojos, trato de respirar y relajarme) "verga, ves y después quién es el que se amarga?" (no contesto) "ay, no ves, contigo no se puede hablar, ve a ver quién te jalará bolas porque no seguiré siendo yo" --> acto seguido, mi cara de "WTF?", sube la temperatura de mi cabeza, y estoy a punto de explotar. Ya en este momento, gracias a este idiota, no soporto a nadie, ni nada. Entonces la pago con gente que no tiene absolutamente nada que ver, y que a pesar de que yo esté explosiva, no tienen por qué calarse mi mal humor. Los que no tienen nada que ver, empiezan a molestarse conmigo, y comienzan a irritarme también, y no entienden que no quiero hablar ni escuchar nada.
Días como hoy, no me suceden muy a menudo, pero cuando pasan, son lo peor. Al punto al que voy es, qué tan difícil es entonces entender que no quiero hablar, que quiero estar sola, que no quiero escuchar nada? Lo peor del asunto, es que el idiota antes mencionado, va a molestarse y mañana va a ser un #cdm conmigo, me va a hablar mal, o quizás ni me hable, y me tratará como la mierda. Pero, en mi defensa, yo siempre advertí y fui muy clara en que no quería que me fastidiaran hoy, que hoy no era un buen día y que no estaba de humor. El hecho de que esta persona esté molesta conmigo mañana, me irritará más y hará que su existencia me parezca insoportable. Qué molesto esto, que detestable la situación entera.
Siempre soy paciente, trato bien a las personas, se cuando acercarme y cuando alejarme, y considero que tengo un buen entendimiento de los estados de ánimo de la gente que me rodea. Cuando alguien no quiere hablar, lo dejo tranquilo, es muy sencillo. En algún momento se pasará la rabia de aquel, o lo que tenga, y así evito hacerlo un asunto grave, y menos enfocarlo en mi. Por qué se le hace tan difícil a otras personas? Por qué no puedes entender?
Creo que debo regalarle un manual de como tratarme, a ver si con instrucciones entiende mejor.
Y si, sigo molesta con el mundo, pero se me pasará y mañana será otro día. Talvez sufro de algún trastorno de bipolaridad, o algo así, quién sabe? Así soy.


Carpe diem (?)

miércoles, 25 de agosto de 2010

La vida es un Uroboro.


Días como hoy sobran. Pero, cómo puede ser eso real si cada día sucede una vez? Bueno, todo se debe a que aún cuando decimos y tratamos de creer que no vamos a caer en ciclos viciosos, no podemos evitarlo. Todos vivimos en un circulo vicioso, por más que no querramos estar encerrados en uno. Todos dormimos, despertamos, hacemos algo, y luego volvemos a dormir ya despertar para volver a hacer algo, que tal vez sea diferente a lo anterior, y sin embargo esto es una rutina. Todos odiamos la maldita rutina, todos odiamos la monotonía, unos más que otros, otros menos que yo. Pero es inevitable, todos pertenecemos a una coreografía sin fin, de cotidianidades, de sucesos que sin querer repetimos aleatoriamente. Darme cuenta de esto, no fue tarea difícil, ahora lo que si me costó fue aceptarlo como realidad. En una sociedad como ésta, en la que vivimos dentro de unos parámetros absurdos, nos inculcan la rutina y la monotonía desde que tenemos uso de razón y control (parcial) de nuestra mente, y ya cuando somos suficientemente "grandes" para darnos cuenta, estamos tan acostumbrados a la costumbre que no hay nada que hacer.
Hoy, como otros días, siento que es domingo. Siento que últimamente mis días sin nada que hacer, son domingos repetidos. Son las 2 de la tarde y yo no he tenido la fuerza de voluntad para pararme de la silla, ir a tomar un baño y quitarme el pijama para salir, sin rumbo, de mi casa. Lo mismo me pasó ayer, y antes de ayer. Ahora, ven como todo ses vuelve rutina? A eso me refiero. Romper con la rutina no sería tan difícil si no nos invadiera la flojera. Pero es inevitable. No tener nada que hacer en vacaciones es sinónimo de vagancia. Salimos de clases, y lo que queremos es dormir, rumbear, salir a joder, fastidiar a los demás con nuestras tonterías, fumar, beber, etc. Algunos, trabajamos, pero seguimos queriendo hacer exactamente eso, dormir, salir, comer, rumbear, dormir, comer, salir, etc. Salimos de la rutina escolar/académica/universitaria (como prefieran aplicar a su caso particular) y entramos en otra, distinta, pero que al fin y al cabo, es rutina.
Para empeorar nuestra situación, los caraqueños vivimos en una ciudad con POCA actividad diurna, fuera de lo laboral, y una actividad nocturna relativamente buena (aceptable), pero muy limitada. Como no hay mucho que hacer en la ciudad a la que bauticé "Sin City", es inevitable caer en la rutina, siempre salimos a los mismos lugares, nos aburrimos y buscamos otro, lo disfrutamos, y luego nos aburrimos, y buscamos otro mejor, y así es y seguirá siendo hasta que no quedan más lugares "nuevos" y volvemos a comenzar a ir al primero del cual ya nos habíamos aburrido. Todo se vuelve tan cotidiano que nos aburre, pero como no tenemos absolutamente ni una posible solución a eso, se nos olvida el aburrimiento y seguimos tratando de disfrutar.
Claro que lo que dije antes fue irónico, eso de que no encontramos ni una posible solución. El problema principal está en que hacer algo diferente siempre será mal visto. Por lo tanto, todos nos cuidamos de no hacer "nada fuera de lo normal" para que no "digan que soy loc@" y aquí es que todo me empieza a irritar. Qué es NORMAL? A la mierda con lo "normal"! Lo normal me aburre, y a ti también, el problema es que ya estoy perdiendo el miedo a demostrarlo, y a los demás les sigue dando miedo el que dirán. Pero bueno, como somos todos felices en nuestras burbujas, y vivimos felizmente en monotonía, no hay de qué preocuparse, cierto?
Bueno, yo iré a hacer lo que hago todos los días, supongo que tú, y tú, y él, y aquél también lo harán. Pero antes, les dejaré algo claro, cambiar el orden de los factores no altera el resultado, que hagas las cosas que siempre haces en distinto orden, no te saca de una rutina, más bien te reafirma que estás metido en una, y que desesperada e inútilmente quieres dejar de estarlo. Bah, todo esto son tonterías. No hay manera de dejar la rutina. La solución a todo, es tener muchas y volvernos un desastre, como yo. La vida así es más divertida, cuando no sabes que vas a hacer, ni qué tienes que hacer. Así por lo menos te engañas y sientes emoción cuando estás apurado para hacer algo, te estresas, te molestas etc.
Creo que ya esto se volvió confuso, mejor no digo nada. Volveré a mi rutina.

martes, 17 de agosto de 2010

Porfavor, sólo..

Quédate a mirar las estrellas en el cielo,

Quédate a que las estrellas te miren,

Quédate a que el viento roce tu piel,

Quédate a que el viento se enrede contigo,

Quédate a que la luna se vuelva sol,

Quédate a que el sol se vuelva luna,

Quédate a girar el reloj de arena,

Quédate...

Sólo quédate aquí, conmigo, en mi.

domingo, 15 de agosto de 2010

Esperanza

La noche espera a la luna y a las estrellas,

El día espera al sol,

El desierto espera la lluvia,

Las montañas esperan al viento,

El invierno espera a la primavera,

La tormenta espera la calma,

Los minutos esperan a los segundos,

El tiempo no espera a nadie,

Los colores esperan a la luz,

La guerra espera a la paz,

La orilla del mar espera la ola, y yo te espero a ti.