viernes, 15 de octubre de 2010

Por qué?

Para los que siempre le buscamos una explicación a todo lo que pasa y lo que deja de pasar, para aquellos que necesitan una razón, para los que siempre queremos saber por qué...

Porque hay palabras que tienen textura,
Porque hay imágenes que tienen sabor,
Porque hay sabores que tienen sonido,
Porque hay sonidos que tienen color,
Porque hay días que no tienen noche,
Porque hay dolor que no tiene razón,
Porque hay estrellas como tú, que pierden su resplandor.

sábado, 9 de octubre de 2010

Remordimiento


Esa sensción que te carcome los huesos, que te pesa en la espalda, que te oprime el pecho y te vuelve paranoico. Ese sentimiento de culpa, de soledad, de miedo constante, esa voz que te repite una y otra vez que está mal, que te recuerda que te has convertido en un ser oscuro, que ocultas sombras. Eso que te produce un poco de asco, de sensibilidad absurda, de rabia, quizás. De eso careces. Eres pobre de remordimiento, pobre de conciencia, de consideración y respeto. Te sobran las excusas, te sobra el desinterés, te sobra el sentirte seguro detrás de una mentira, te sobra el miedo a no decir la verdad. Claro que, miedo a qué? a perder algo que no quieres tener? Ilógico. Confías tanto en lo que dices, siempre tan seguro de que no te descubrirán la mentira, es impresionante como sigues el hilo de las falsedades en las que te enredas, como crees en tu inocencia, como no hay rastros de culpabilidad alguna en tus palabras. Pero me he vuelto una incrédula, ya no es lo mismo. Ya hoy, bastan y sobran razones para no creerte. El problema está en que creas que no se nada, en que todo sigue igual y que puedes seguir mintiendo a discreción, en que las cosas no cambian. No te engañes, que ya no me engañas. Si eres honesto contigo mismo, lo eres con los demás. 

La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo. Engañar a los demás es un efecto relativamente vano. 
Friedrich Nietzsche. 

viernes, 1 de octubre de 2010

Entre jamás, nunca, siempre y quizás.

Cada vez que te acercas, te veo más lejos. Talvez eso esté bien, para los demás, pero no lo está para mi. Porque soy terca, y quiero seguir creyendo que existen las hadas, y los duendes, que el polivllo mágico de Campanita me llevará volando hasta el mundo de Peter Pan, hasta el país de Nunca Jamás. Que todo será color de rosas y tranquilo, como lo quiero. Pero qué es ese mundo, más que lo que no puede ser en la realidad en la que estamos estancados todos? Es el mundo en el que no existe el jamás, ni el nunca, es el mundo en el que los parámetros del tiempo, esas palabras que supuestamente pretenden acabar con la determinación del mismo, no se conocen. Es un mundo en el que 'siempre', tampoco existe, porque se lleva de la mano con nunca y jamás. Sigo queriendo creer que estará todo igual mañana cuando despierte, que nada habrá cambiado. Que la distancia siempre sera un espacio que se llena de más cariño, de palabras y de abrazos que nos mandamos sin saber, de caricias que podemos sentir en el alma pero no en nuestro cuerpo. Quiero seguir creyendo que todo pasa por una razón, y no que toda razón es sólo una excusa de lo que sucede. Quiero seguir creyendo en los finales felices, que no sean realmente un final sino un "continuará". Quiero seguir soñando despierta, contar estrellas y no terminar nunca, ni saber por cual empezar. Perder la cuenta de algunas cosas a veces es divertido, tener que contar algunas y no olvidarlas, no tanto. Si supiera como hacerlo sin tener que pensar el por qué lo quiero, sería más fácil, o mejor dicho, menos complicado. No debo ser tan enrollada, pero es inevitable. Ojalá no tuviera una razón, ojalá todo lo que pasó no fuera la excusa del como me siento. Si así fuera, quizás así te viera más cerca cuando estás lejos, quizás así te pudiera sentir cuando no existas. Talvez en ese mundo todo lo que ha pasado no pasaría, no existieras, ni existiera yo. Puede ser que vivimos en ese mundo, y no lo sabemos. Quizás necesito volar de regreso al mundo real. Dónde estoy? Creo que el capitán Garfio logró vencer a Peter Pan. Campanita, dónde estás? Llévame a volar.