miércoles, 31 de agosto de 2011

"Tere tulemast!"

Caminando esta carretera, acelero de vez en cuando persiguiendo una fragancia.
De pronto parece que los arboles corrieran, tratando de escapar del suelo en el que tranquilamente yacen sus raíces,
Las nubes se alargan a medida que trato de alcanzarlas y me arropa la noche que no es oscura
Prece después, que esa tela inmensa color lila que me ha cubierto, se oscurece, camuflándose entre las sombras y se lleva la luz,
De repente aparecen millones de luciérnagas, todas estáticas en algún lugar exacto adornadas  elegantemente con un halo muy tenue
Los árboles ya cansados, regresan a su suelo y de pronto el viento revuelve sus ramas y los obliga a bailar
La canción que cantan los árboles al danzar con el viento es el ruidoso silencio de este bosque salvaje en el que ahora me encuentro.
El viento huye robándose el perfume de los pinos, quitándole el aroma a las flores, esa esencia que se parece tanto a ti
Y es por eso que lo persigo, lo persigo sin cesar.

Después de un rato, la luz logra escapar de las garras de las sombras y comienza a salir el sol
Entre las hojas de los árboles se cuela una luz que ilumina el suelo húmedo, y se comienzan a evaporar millones de fragancias que jamás pensé encontrar
Se pierde entre ellas, la que el viento se llevó
Viene la calma, el silencio. 
Nuevamente el viento se despierta y huye entre los árboles, y aparece esa esencia que se parece tanto a ti.


-Tack, Bista...